Por qué cerrar los ojos te hace viajar más según un estudio científico

Por Gabriel García Junio 7, 2024

En el siempre cambiante campo de la investigación psicodélica, un innovador estudio ha puesto de relieve recientemente el profundo impacto que puede tener cerrar los ojos en la intensidad de una experiencia psicodélica. Publicado en la revista ACS Chemical Neuroscience, el estudio explora los matices del “set and setting”, un concepto bien conocido en la comunidad psicodélica que subraya la importancia de la mentalidad y el entorno durante un viaje. Este estudio, sin embargo, es el primero que aporta pruebas cuantitativas que demuestran cómo estos factores, en particular el cierre de los ojos, pueden modular los efectos de psicodélicos como el LSD.

El estudio en pocas palabras

El estudio, realizado por un equipo de prestigiosos investigadores entre los que se encontraban Pedro Mediano, Fernando Rosas y Robin Carhart-Harris, contó con la participación de 20 voluntarios sanos que se sometieron a dos sesiones experimentales. En una de ellas se administró un placebo (solución salina intravenosa) y en la otra se administró LSD intravenoso (75 μg). Durante estas sesiones, los participantes fueron sometidos a cuatro condiciones diferentes: reposo con los ojos cerrados, escuchar música ambiental instrumental con los ojos cerrados, reposo con los ojos abiertos mientras fijaban la vista en un punto, y ver un documental silencioso sobre la naturaleza. Se recogieron datos de magnetoencefalografía (MEG) y los participantes completaron cuestionarios para evaluar sus experiencias subjetivas en cuanto a intensidad, excitación emocional, disolución del ego, estado de ánimo positivo y complejidad de las imágenes.

Cierre de los ojos y mejora de las experiencias psicodélicas

Los investigadores descubrieron que los participantes que cerraban los ojos durante las sesiones de LSD tenían experiencias psicodélicas más intensas que los que mantenían los ojos abiertos. Este fenómeno se relacionó con un aumento de la entropía cerebral, una medida de la complejidad y aleatoriedad de la actividad cerebral. El aumento de la entropía cerebral suele asociarse a experiencias psicodélicas más profundas, así como a estados de conciencia como la meditación y el flujo.

Curiosamente, aunque los estímulos externos (como ver vídeos) aumentaban la entropía cerebral, también parecían diluir la intensidad subjetiva de la experiencia psicodélica. Esto sugiere que las distracciones visuales pueden competir con las imágenes y sensaciones generadas internamente por los psicodélicos, reduciendo así el impacto global.

Implicaciones terapéuticas

Estos hallazgos tienen implicaciones significativas para el uso terapéutico de los psicodélicos. El concepto de entropía cerebral es fundamental para entender cómo los psicodélicos pueden facilitar el cambio terapéutico. Una mayor entropía cerebral durante una experiencia psicodélica puede abrir una “ventana de oportunidad” para la plasticidad mental y la transformación. Sin embargo, el estudio sugiere que los beneficios terapéuticos de los psicodélicos se maximizan en entornos que minimizan las distracciones externas.

En los entornos clínicos, es práctica común proporcionar a los participantes unas gafas de sol o animarles a cerrar los ojos mientras escuchan música. Este estudio refuerza la validez de estas prácticas, demostrando que las condiciones de ojos cerrados mejoran la conexión entre la entropía cerebral y los efectos psicodélicos subjetivos. Por ejemplo, la disolución del ego -un estado en el que el sentido del yo se disuelve- fue más pronunciada con los ojos cerrados y se correlacionó con un aumento de la entropía en la red de modos por defecto del cerebro.

El papel de la música frente a los estímulos visuales

El estudio también puso de relieve los diferentes efectos de los estímulos auditivos y visuales. La música, menos intrusiva que los estímulos visuales, interfirió menos en la relación entre la entropía cerebral y las experiencias subjetivas. Esto apoya el uso de la música como ayuda en la terapia psicodélica, contribuyendo a aumentar el potencial terapéutico sin abrumar la experiencia sensorial.

Conclusión

La investigación subraya la importancia del “set and setting” en las experiencias psicodélicas, particularmente el acto de cerrar los ojos. Esta sencilla práctica puede intensificar los efectos subjetivos de los psicodélicos, haciendo que la experiencia sea más vívida y potencialmente más terapéutica. A medida que la terapia psicodélica siga ganando adeptos, estos conocimientos podrían orientar las prácticas clínicas, ayudando a optimizar las condiciones en las que se administran estas potentes sustancias.

Al comprender la dinámica entre la actividad cerebral, la experiencia subjetiva y los factores ambientales, los médicos y los investigadores pueden aprovechar mejor el potencial terapéutico de los psicodélicos, garantizando que los pacientes reciban el máximo beneficio de sus viajes transformadores.

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