Por Gabriel García Marzo 1, 2023
Toda la información de este artículo ha sido extraída de la Guía Esencial del Renacimiento Psicodélico, ya disponible en Amazon.
La ketamina es una sustancia sintética que pertenece a la clase psicoactiva de los disociativos psicodélicos semipsicodélicos o atípicos, y a la familia química de las arilciclohexilaminas. Puede venderse en polvo o disuelta en líquido en forma de vial farmacéutico. Desde su aprobación en 1970, se ha utilizado ampliamente como anestésico humano y veterinario y se vende bajo la marca KetalarR. Su uso recreativo también se popularizó en la escena rave de la década de 1980.
La ketamina en la medicina moderna
Hoy en día, la ketamina se sigue utilizando ampliamente en medicina. Está incluida en la “Lista de Medicamentos Esenciales” de la Organización Mundial de la Salud, una lista de los medicamentos más eficaces que deberían estar disponibles en cualquier sistema sanitario moderno. El uso de la ketamina como anestésico o analgésico es muy común en medicina veterinaria, así como en medicina de urgencias ambulatoria o con pacientes que corren riesgos con anestesia más convencional, como neonatos o niños. Cuando se utiliza como anestésico o analgésico, suele administrarse junto con una benzodiacepina para minimizar sus efectos psicodélicos.
Gracias a ser un medicamento aprobado, fue posible llevar a cabo una amplia investigación y utilizarlo como medicamento off-label en diversos tratamientos de psicoterapia asistida por psicodélicos. Recientemente, se ha autorizado el uso de una purificación de la molécula llamada esketamina para el tratamiento de la depresión en forma de aerosol nasal bajo el nombre comercial de SpravatoR, convirtiéndose en la primera sustancia con efectos psicodélicos autorizada para el tratamiento de trastornos mentales.
Fuente de la imagen: researchoutreach.com
Consumo y dosis de ketamina
La ketamina puede consumirse por diferentes vías, pero en el uso recreativo se consume principalmente por insuflación u oralmente, aunque en el ámbito clínico lo más habitual es inyectarla. El nuevo medicamento con esketamina llamado SpravatoR es un aerosol nasal que se inhala, similar a esnifarla. La ketamina en polvo suele obtenerse secando un preparado farmacéutico diluido, en un proceso que mucha gente denomina “cocción”, aunque es más bien “secado”.
Tanto si se toma por vía oral como por vía nasal o inyectable, la ketamina primero entra en el torrente sanguíneo y luego llega al cerebro, donde bloquea los receptores de glutamato NMDA, lo que provoca pérdida de sensibilidad, dificultad para moverse y, finalmente, el notorio estado conocido como “K-hole”, y actúa sobre muchos otros neurorreceptores en diferentes dosis. Dado que no parece tener ninguna acción relevante sobre el receptor 5-HT2a, se considera una sustancia psicodélica atípica.
La ketamina es una sustancia con una amplia gama de efectos dependiendo de la dosis consumida, pero en términos generales, los efectos deseados de esta sustancia incluyen disociación, despersonalización, desrealización, distorsión del tiempo y el espacio, relajación, insight, alucinaciones, euforia, sensación de flotar, distorsiones visuales, etc. En dosis elevadas, induce experiencias de tipo psicodélico, denominadas “caer en un k-hole”, que podrían tratarse de forma similar a una experiencia psicodélica, teniendo en cuenta la pérdida de sensibilidad táctil y de control motor, muy presentes en el caso concreto de la ketamina. La experiencia de un “k-hole” puede ser deseada y placentera para algunas personas, pero muy desagradable para otras.
A diferencia de lo que ocurre con los psicodélicos clásicos, la dosificación de esta sustancia es muy delicada ya que sus efectos pueden ser muy variables, por lo que es una cuestión muy importante a tener en cuenta. Tomada por vía oral, sus efectos tardan de 10 a 30 minutos en hacerse notorios, con picos alcanzados entre 45 y 90 minutos y una duración total de los efectos de 2 a 2,5 horas, dependiendo mucho de la dosis consumida. Esnifada, sus efectos tardan entre 5 y 10 minutos en hacerse notar, alcanzando su punto máximo entre 30 y 60 minutos.
En general, la ketamina es una sustancia versátil y fascinante con una farmacología compleja y una amplia gama de efectos. Desde sus orígenes como anestésico quirúrgico hasta su uso actual en psicoterapia asistida por psicodélicos, la ketamina ha desempeñado un papel importante en la medicina moderna y sigue ofreciendo potencial para nuevas aplicaciones terapéuticas. Sin embargo, como ocurre con cualquier sustancia psicoactiva, es importante utilizarla de forma responsable y con la supervisión médica adecuada para minimizar los riesgos y maximizar los beneficios.
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