Por Gabriel García Enero 19, 2023
La realidad virtual (VR por sus siglas en inglés) es una tecnología emergente que se está utilizando cada vez más en diversos campos, desde el entretenimiento hasta, más recientemente, la medicina. Dentro del campo de la medicina, en los últimos años, ha habido un creciente interés en utilizar la VR para recrear experiencias con psicodélicos, con el objetivo de investigar sus efectos terapéuticos y de mejorar la comprensión de cómo estas sustancias afectan al cerebro y al comportamiento humano a modo de sustituto de las sustancias originales.
Los psicodélicos, como la dietilamida de ácido lisérgico (LSD) o la psilocibina, son sustancias químicas que alteran la percepción, el pensamiento y el estado de ánimo. Durante décadas, estas sustancias han sido utilizadas en terapias psicológicas y espirituales, y recientemente se han llevado a cabo estudios científicos para investigar su potencial terapéutico en el tratamiento de trastornos mentales como la depresión, la ansiedad y el trastorno de estrés postraumático.
Realidad Virtual y psicodélicos: qué sabemos hasta ahora
La utilización de la VR para recrear experiencias con psicodélicos se basa en la idea de que esta tecnología puede proporcionar un ambiente controlado y seguro para explorar los efectos de estas sustancias. Además, la VR permite a los investigadores controlar y medir de manera precisa los efectos de las sustancias en el cerebro y en el comportamiento humano. Algunos de los casos que contemplan los benificios de la VR en placebo con los psicodélicos, es que esta permite a los participantes interactuar con un ambiente virtual en lugar de con el mundo real, lo que reduce el riesgo de posibles efectos secundarios negativos durante la terapia. Además, los investigadores pueden controlar y medir de manera precisa los efectos de las sustancias en el cerebro y el comportamiento humano en contraparte a este sustitutivo, y comparar el impacto de la experiencia visual y sensorial alterada en los efectos terapéuticos de estas sustancias.
Otro de los motivos por los que se ha utilizado la VR en ciertos ensayos clínicos es para recrear experiencias con psicodélicos debido a su capacidad para simular situaciones que podrían ser difíciles de recrear en la vida real. Por ejemplo, la VR puede simular un ambiente natural o una ceremonia religiosa para ayudar a los usuarios a experimentar las sensaciones asociadas con la ingesta de psicodélicos y medir sus resultados en ensayos clínicos de manera más inmediata. En base a estos datos, existen indicios que parecen indicar que la VR puede llegar ser eficaz para el tratamiento de trastornos mentales. Varios estudios han usado esta tecnología para demostrar si la VR puede ser utilizada para tratar la ansiedad, la depresión o el trastorno de estrés postraumático al igual que los psicodélicos habituales, a pesar de no ejercer el efecto neuroplástico habitual de los psicodélicos. Algunos de estos estudios, como el que dio origen a Isness-D (uno de los principales programas de VR emulando psicodélicos), lograron una experiencia de realidad virtual que provoca en los sujetos una respuesta similar a tomar dosis de LSD u hongos alucinógenos.
Aunque el futuro de estas sustancias como elementos terapéuticos está aún por demostrar en base a la fase III de los ensayos clínicos que tratan de demostrar su validez impepinable, la VR puede suponer una alternativa menos invasiva (aunque las sustancias psicodélicas son, salvo en casos de predisposición a diversas enfermades mentales, inocuas a este respecto), más barata y que, en la población general, puede llegar a provocar un menor rechazo.
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